ALCOHOL Y JUVENTUD

Características del consumo y dañoEl consumo de alcohol, cuando es adecuado a las normas sociales y culturales, es reconocido como un factor de integración y favorecedor de la socialización.
Beber con moderación y en los contextos permitidos y tradicionales reduce la tensión y provoca sensaciones de bienestar. En cantidades excesivas y fuera del ritual cultural-gastronómico, provoca problemas en la salud, en las relaciones interpersonales, en la familia, el trabajo y en la sociedad en su conjunto.
El alcoholismo ocupa uno de los primeros lugares entre las epidemias de la población argentina. En los últimos diez años se ha extendido peligrosamente entre jóvenes adolescentes y niños.
Nuestros pacientes nos recuerdan que invariablemente el alcohol sigue siendo “la puerta de entrada” de otras drogas y posteriormente, al iniciarse el policonsumo con otras sustancias tóxico, se erige en el “neutralizador” para “bajadas” de efectos de sustancias estimulantes como anfetaminas, éxtasis o cocaína).
Es preciso recordar que los mayores problemas actuales, que trae aparejada la conducción de automóviles o motos bajo la ingesta de alcohol y drogas durante los fines de semana, son los accidentes de tránsito junto con las consecuentes peleas entre barras, agresiones personales, homicidios, suicidios y muerte. Todos ellos representan los índices más altos de daños irreversibles y muertes en la edad juvenil, como consecuencia del consumo de alcohol
A partir de la introducción de la cerveza y las bebidas destiladas se produjo un cambio en el modelo de consumo clásico, que determinó un aumento en la cantidad global consumida, junto con la aparición de dos nuevos sectores que comenzaron a ingerir regularmente: las mujeres y los muy jóvenes.
El mayor riesgo se centra en las mujeres y muy especialmente las adolescentes cuando están alcoholizadas. Son las mas vulnerables para ser maltratadas, violadas, golpeadas, contagiadas con el virus del SIDA, o con otras enfermedades de transmisión sexual. Se considera que por lo menos el 50 % de estos casos, ocurren en mujeres en estado de embriaguez, ya que el alcohol en altas dosis les produce amnesia transitoria, no recordando lo acontecido.
A diferencia del adulto, los jóvenes tienen dificultades en saber cuál es su límite y pocas veces hay conciencia de cuándo tienen que detener la ingesta.
El consumo abusivo juvenil de alcohol es casi exclusivo del fin de semana, en grupos de iguales y en relación con un sentido de identificación generacional, de integración. Es el “beber cuanto se vale” y también representa la búsqueda de efectos “droga” a nivel anímico (en la jerga “estar dado vuelta”): Sentirse liberado.
El efecto clínico más frecuente ante el uso inadecuado y abusivo de alcohol en un jóvenes, es un cuadro que puede ir desde la embriaguez leve (borrachera) hasta el coma con depresión respiratoria y trastornos orgánicos graves (eventualmente la muerte), con dosis elevadas y de rápida ingesta.
El Alcohol (cerveza, vino, vodka, whisky, gin, etc.) es un depresor del sistema nervioso central; compite con la glucosa (azúcar) por el oxigeno, desplazándola a ésta y quitándole a la neurona (células del cerebro) su combustible natural con la consecuente alteración de sus funciones y la muerte. Inicialmente provoca euforia, por inhibición de la corteza cerebral, que es la responsable de poner límites a nuestra conducta, es decir nos permite manejar el “sano juicio”, función exclusiva en el ser humano; pero en la medida que aumenta el nivel de alcohol en sangre, disminuye la capacidad mental, produce alteraciones en la coordinación motora con dificultades en la marcha, confusión y alteración de conciencia con problemas de memoria.
Esta droga que enferma, se absorbe rápidamente en el estómago e intestino delgado, pasa en 30 a 60 minutos a la sangre, que la distribuye por todo el organismo y alcanza fácilmente el cerebro. Sus efectos dependen de la: graduación alcohólica, la cantidad, el modo y rapidez en la ingesta, estado físico y psíquico, edad del bebedor, sexo, y circunstancias alimenticias.
Es importante conocer la cantidad de alcohol que ingerimos y sus consecuencias en el organismo:
Porcentaje de alcohol en las bebidas:
Cerveza 4 al 6 %
Vino de mesa 10 al 13 %
Vinos espumantes 15 al 18 %
Bebidas destiladas 30 al 50 % Ginebra, vodka, ron y whisky

Ejemplo: una lata de Cerveza de 330 cc. (4,5 %de alcohol)
CONTIENE 1,4 c.c. de alcohol puro
En un adulto de 70 Kg. Produce una alcoholemia = 0,30 gr./l

Grados de alcoholemia y sus efectos
En gr./l Efecto
0,15 Disminución de los reflejos
0,20 Falsa apreciación de la distancia
0,30 Perturbación de los movimientos
0,50 Euforia, disminución de los reflejos
0,80 Alteración del comportamiento Actitud irracional
1,20 Fatiga intensa, pérdida de la visión
1,50 Pérdida de la conciencia, hipotermia
3,50-4,50 Coma y muerte

Es conveniente y necesario que los adultos concientes de este peligro, participemos activamente en la prevención del consumo de alcohol por parte de jóvenes menores y niños, que adquieren estas bebidas en cualquier lugar de la ciudad, con la irresponsabilidad y negligencia inhumana de quien se la venden.


Dr. Salvador E. Cuño
Programa de Prevención Comunitaria de Adicciones
Subsecretaria de Gobierno, Culto y Registros Público del Chaco