Centros preventivos


se inició los talleres de capacitación a los integrantes de los Centros Preventivos Comunitarios. El día 16 de marzo de 2011 a las 18 hs., se realizo dicha actividad en la Ciudad de Barranqueras en las instalaciones del Colegio Don Bosco, con el Centro Preventivo Comunitario N° 18 “Coordinación de Cultos” a cargo del Pastor Víctor de Jesús Cantero.
En dicha oportunidad se desarrollo el 1° modulo de sensibilización, educación y riesgo en el consumo de sustancias adictitas.
Esta modalidad de trabajo, orienta a la capacitación de los interesados en como trabajar en prevención con los integrantes de la comunidad, especialmente con jóvenes y adolescentes, apuntando al fortalecimiento familiar.

La mujer y las Adicciones


Comenzamos las actividades del programa correspondientes al año 2011, con una jornada en la Cámara de Diputados de la Provincia del Chaco, el día 9 de marzo de 2011, en el marco del mes de la mujer, invitados por la comisión Provincial Multisectorial de la Mujer. En dicha oportunidad se desarrollo el tema: “La mujer y las Adicciones”, dicha temática fue muy bien recepcionada por los presentes.

ALCOHOL Y JUVENTUD

Características del consumo y dañoEl consumo de alcohol, cuando es adecuado a las normas sociales y culturales, es reconocido como un factor de integración y favorecedor de la socialización.
Beber con moderación y en los contextos permitidos y tradicionales reduce la tensión y provoca sensaciones de bienestar. En cantidades excesivas y fuera del ritual cultural-gastronómico, provoca problemas en la salud, en las relaciones interpersonales, en la familia, el trabajo y en la sociedad en su conjunto.
El alcoholismo ocupa uno de los primeros lugares entre las epidemias de la población argentina. En los últimos diez años se ha extendido peligrosamente entre jóvenes adolescentes y niños.
Nuestros pacientes nos recuerdan que invariablemente el alcohol sigue siendo “la puerta de entrada” de otras drogas y posteriormente, al iniciarse el policonsumo con otras sustancias tóxico, se erige en el “neutralizador” para “bajadas” de efectos de sustancias estimulantes como anfetaminas, éxtasis o cocaína).
Es preciso recordar que los mayores problemas actuales, que trae aparejada la conducción de automóviles o motos bajo la ingesta de alcohol y drogas durante los fines de semana, son los accidentes de tránsito junto con las consecuentes peleas entre barras, agresiones personales, homicidios, suicidios y muerte. Todos ellos representan los índices más altos de daños irreversibles y muertes en la edad juvenil, como consecuencia del consumo de alcohol
A partir de la introducción de la cerveza y las bebidas destiladas se produjo un cambio en el modelo de consumo clásico, que determinó un aumento en la cantidad global consumida, junto con la aparición de dos nuevos sectores que comenzaron a ingerir regularmente: las mujeres y los muy jóvenes.
El mayor riesgo se centra en las mujeres y muy especialmente las adolescentes cuando están alcoholizadas. Son las mas vulnerables para ser maltratadas, violadas, golpeadas, contagiadas con el virus del SIDA, o con otras enfermedades de transmisión sexual. Se considera que por lo menos el 50 % de estos casos, ocurren en mujeres en estado de embriaguez, ya que el alcohol en altas dosis les produce amnesia transitoria, no recordando lo acontecido.
A diferencia del adulto, los jóvenes tienen dificultades en saber cuál es su límite y pocas veces hay conciencia de cuándo tienen que detener la ingesta.
El consumo abusivo juvenil de alcohol es casi exclusivo del fin de semana, en grupos de iguales y en relación con un sentido de identificación generacional, de integración. Es el “beber cuanto se vale” y también representa la búsqueda de efectos “droga” a nivel anímico (en la jerga “estar dado vuelta”): Sentirse liberado.
El efecto clínico más frecuente ante el uso inadecuado y abusivo de alcohol en un jóvenes, es un cuadro que puede ir desde la embriaguez leve (borrachera) hasta el coma con depresión respiratoria y trastornos orgánicos graves (eventualmente la muerte), con dosis elevadas y de rápida ingesta.
El Alcohol (cerveza, vino, vodka, whisky, gin, etc.) es un depresor del sistema nervioso central; compite con la glucosa (azúcar) por el oxigeno, desplazándola a ésta y quitándole a la neurona (células del cerebro) su combustible natural con la consecuente alteración de sus funciones y la muerte. Inicialmente provoca euforia, por inhibición de la corteza cerebral, que es la responsable de poner límites a nuestra conducta, es decir nos permite manejar el “sano juicio”, función exclusiva en el ser humano; pero en la medida que aumenta el nivel de alcohol en sangre, disminuye la capacidad mental, produce alteraciones en la coordinación motora con dificultades en la marcha, confusión y alteración de conciencia con problemas de memoria.
Esta droga que enferma, se absorbe rápidamente en el estómago e intestino delgado, pasa en 30 a 60 minutos a la sangre, que la distribuye por todo el organismo y alcanza fácilmente el cerebro. Sus efectos dependen de la: graduación alcohólica, la cantidad, el modo y rapidez en la ingesta, estado físico y psíquico, edad del bebedor, sexo, y circunstancias alimenticias.
Es importante conocer la cantidad de alcohol que ingerimos y sus consecuencias en el organismo:
Porcentaje de alcohol en las bebidas:
Cerveza 4 al 6 %
Vino de mesa 10 al 13 %
Vinos espumantes 15 al 18 %
Bebidas destiladas 30 al 50 % Ginebra, vodka, ron y whisky

Ejemplo: una lata de Cerveza de 330 cc. (4,5 %de alcohol)
CONTIENE 1,4 c.c. de alcohol puro
En un adulto de 70 Kg. Produce una alcoholemia = 0,30 gr./l

Grados de alcoholemia y sus efectos
En gr./l Efecto
0,15 Disminución de los reflejos
0,20 Falsa apreciación de la distancia
0,30 Perturbación de los movimientos
0,50 Euforia, disminución de los reflejos
0,80 Alteración del comportamiento Actitud irracional
1,20 Fatiga intensa, pérdida de la visión
1,50 Pérdida de la conciencia, hipotermia
3,50-4,50 Coma y muerte

Es conveniente y necesario que los adultos concientes de este peligro, participemos activamente en la prevención del consumo de alcohol por parte de jóvenes menores y niños, que adquieren estas bebidas en cualquier lugar de la ciudad, con la irresponsabilidad y negligencia inhumana de quien se la venden.


Dr. Salvador E. Cuño
Programa de Prevención Comunitaria de Adicciones
Subsecretaria de Gobierno, Culto y Registros Público del Chaco

ALCOHOL: DROGA LÍCITA

Todos los estudios realizados en la actualidad, demuestran que el alcohol es la sustancia-droga más utilizada por los jóvenes y adolescentes, en segundo lugar se encuentra el tabaco y la marihuana, y luego los psico-fármacos, cocaína e inhalantes.
“Sobre una población mundial de 6.000.000 millones de personas, 4.200.000 millones beben alcohol; y de éstos, del 10 al 15% se vuelven alcohólicos; pero – triste paradoja- solamente el 1% de los alcohólicos recibe tratamiento adecuado”
Generalmente se abusa de las bebidas alcohólicas por sus efectos farmacológicos psicoactivos, ligados con el estado de ánimo y la desinhibición del comportamiento que produce en todos los bebedores, en especial en los adolescentes, relacionado a situaciones sociales, modas, conflictos personales, presión de compañeros e influencia del marketing promocional, de intereses económicos y de los medios masivos de comunicación.
Se ha demostrado que cuanto a más temprana edad se comienza con el uso de una sustancia (alcohol), mayor es el daño que se produce en el cerebro por su inmadurez, y también es mayor la probabilidad de aumento en la cantidad y variedad de sustancias consumidas en el futuro. En la actualidad, el número de adolescentes que prueban drogas ha aumentado considerablemente junto a la aparición de nuevas sustancias y a la combinación de bebidas tóxicas cuyo resultado se expresa en un mayor daño en varios órganos vitales de estos cuerpos en desarrollo.
Por un lado viven la mayor tolerancia social al consumo de sustancias toxicas y la acción nefasta de los mal intencionados medios masivos de comunicación, estimulados económicamente por las empresas multinacionales que alientan y premian al consumo de alcohol a dichos jóvenes.
También comparten las características normales de todo adolescente: pertenecer a un grupo determinado con identidad propia, la cual está caracterizada por la trasgresión y el abuso; la tendencia natural de experimentar lo nuevo y prohibido y el mecanismo de imitación a la conducta de los mayores.
También comparten, al beber compulsivamente alcohol, una nueva manera de diversión en la cual la perdida total de la lógica, razonamiento y conciencia por acción del alcohol parecería ser el objetivo, para poder ausentarse de una realidad que no los conforma ni satisface, o participan de un nuevo modo de acceder al mundo de los adultos con un “ritual de iniciación” que es compartido y estimulado por sus pares, y que además es festejado como una gran “hazaña”, con consecuencias nefastas como los embarazos adolescentes, conductas violentas , accidentes de transito y la muerte.
Además, pueden tener en común una estructura familiar en decadencia, con ausencia real o aparente de algunas de las figuras paténtales, ya sea por necesidades laborales, por desencuentros maritales, o por desidia y negligencia en el cumplimiento de las funciones de socialización, especialmente las referentes a los limites, pautas y normas , lo que da como resultado la carencia de limites necesarios para conducir y contener la energía liberada por los jóvenes de hoy y un vacío afectivo y comunicacional entre padres e hijos.
Nosotros, la sociedad, los adultos que debemos bregar por el bienestar de las nuevas generaciones, somos los responsables de limitar el consumo exagerado y perjudicial de bebidas alcohólicas por parte de los menores de edad, que naturalmente son incapaces de asumir la responsabilidad del auto cuidado y auto control.

Dr. Salvador E. Cuño
Programa de Prevención Comunitaria de Adicciones
Subsecretaria de Gobierno, Culto y Registros Público del Chaco